Memorias 21 de noviembre de 2010

A veces uno siente cosas que nunca quisiera sentir, siente que está solo contra el mundo, que la vida a veces no vale la pena y que todo lo que uno hace nadie lo valora, la verdad es que si bien puede que más de alguna vez uno tiene razón, tiene que saber darse cuenta de que no siempre estamos en lo correcto; a todas las personas que han sentido aquello les digo, hechen pa´ lante que la vida es corta, somos tan insignificantes en este mundo. Puede que nadie valore lo que uno hace, pero la verdad es que uno no tiene que hacer las cosas para que a los demas les guste, uno debe hacer las cosas para sentirse bien consigo mismo, lo demás vendrá de regalo, si a alguien también le gusta y lo valora, bienvenido sea, pero si no, a la mierda!
En cuanto a porqué uno viene a este mundo, sepa Dios, o lo que sea que nos trajo a este planeta, lo cierto es que eso no importa mucho, lo importante es para qué uno viene acá, si bien es dificil descubrirlo, o quizá nunca lo sepamos, lo realmente concreto y, que a todos nos conciernes, es la felicidad y el amor, todos, sin excepción, necesitamos ser felices, al igual que dar y recibir amor, porqué venimos al mundo, no sé, pero lo importante es ser feliz y gozar la vida, ya que es tan corta, y uno nunca sabe en el momento en que dejará de existir.
La vida está llena de pequeños y grandes placeres, y esos hay que saber aprovecharlos, creo que no vale la pena concentrarse tanto en los problemas, sino en las soluciones y cómo transformar esos problemas en felicidad y aprendizajes; los amigos juegan un rol súper importante en la vida de las personas, en ocasiones, mucho más que la misma familia, ya que en mucho casos, los amigos, son la familia que uno necesita y que uno mismo puede escoger, ellos pueden ayudarte, darte esos pequeños grandes consejos, que muchas veces son trancendentes en las decisiones que uno toma, los amigos son los que te dan los pequeños placeres, esas aventuras, fiestas, risas, tristezas, amarguras, reconciliaciones, etc...Pero esos pequeños placeres son los más importantes que uno lleva en la mente día a día, en cambio los grandes placeres, esos, se los da uno mismo... uno verá cómo, con quién, en dónde los tendrá, pero también es importante saber, si son los placeres que uno verdaderamente desea...nunca hay que perder las oportunidad que la vida nos regala, sólo las tendremos una vez y no se volveran a repetir, por eso, hay que vivir el momento a concho, si hay que llorar, hayq ue llorar con ganas, si hay que reir, hay que reir con ganas, y así, vivir al cien por ciento la vida que se nos ha regalado, sin trancas, ni temores...